domingo, 27 de marzo de 2011

Todo quedó en un terrible susto

Esta historia trata de un grupo de amigos, formado por Leo, Javier, Anna y Carlos que desean ser unos grandes submarinistas espeleólogos. Un día deciden irse a explorar todos juntos una cueva. Estuvieron mirando revistas de cuevas, buscando por internet, preguntando a algunos espeleólogos, etc. Pero no encontraban ninguna cueva que les gustara tanto como para ir a explorarla.
Un buen día la Madre de Javier, mirando la televisión observó como salía en un documental una cueva titulada la cueva de Tian Xing, situada en China. La madre avisó a Javier que fuera corriendo para verla, a este le encantó, a si que se puso en contacto con Leo y le dijo que buscara información sobre esa cueva. Leo estuvo toda la tarde buscando cosas sobre esa cueva, media más de un kilómetro de profundidad, eso le impresionaba y le encantaba muchísimo.
A la semana siguiente salían des de el aeropuerto de Barcelona, el Prat, hacia China. Una vez en China, todos estaban super ilusionados y con ganas de empezar la exploración, pero no se podía ir tan rápido. Primero fueron al hotel que habían reservado desde España. Las habitaciones era dobles, Javier se puso con Carlos y Leo con Anna. Más tarde decidieron ir a tomar algo al restaurante del hotel, aprovecharon la ocasión para planear la exploración que empezarían al día siguiente. Después de haber cenado se fueron a dormir, ya que al día siguiente le esperaba una buena aventura.
Se levantaron a las 4h de la mañana, prepararon las mochilas con: los trajes de neopreno, el botiquín, la brújula, las mudas de ropa, el casco, las botas de goma, guantes, una manta, los arneses, mosquetones etc. Cogieron la comida y las proteínas, y una vez acabaron de preparar todo, decidieron alquilar un helicóptero para ir hacia la zona donde se encontraba la cueva. Cuando llegaron fue una imagen impactante, no se esperaban semejante agujero! Era precioso, no podian imaginarse que estuvieran allí, todo parecía un sueño.
Después de estar un buen rato observando el paisaje, prepararon las cuerdas y los mosquetones para bajar a la cueva. Un equipo se quedó en la torre de control por si pasaba algo dentro de la cueva. Leo fue la primera en adentrarse, después Javier, seguidamente Anna y por ultimó Carlos. Bajaron y bajaron hasta que Leo decidió meterse en una de las grutas que estaba bastante bien para descansar y dejar las mochilas. Ellos estaban super contentos de estar dentro de la cueva, pero no sabían que dentro de unas horas una fuerte tormenta les impediria terminar la exploración y tal vez no sea una sensación agradable de vivir. Después de descansar un rato, Leo decidió adentrarse un poco más, acompañada de Carlos. Anna y Javier se quedaron esperando a que les dijeran si estaba bien para bajar todos juntos. A Leo y Carlos no se les veía casi, ya estaban a muchos metros de distáncia. Pero a los dos segundos se escuchó un grito de Leo diciendo que bajaran, que era impresionante, y no corría ningún riesgo. Realmente era impresionante, se veía como el agua bajaba por una cascada enorme, estaban alucinados, pero de repente Anna noto como le empezaban a caer gotas en la cabeza, se extraño y miró hacia arriba, había empezado a llover, intentó ponerse en contacto con el equipo que estaba arriba des de el walkie talki, pero nadie respondía, no paraba de llover y cada vez iba a más. Comenzaron a llamar a gritos a Leo y Carlos que se habían separado para ir a la cascada, pero no respondían, no les podían oír, ya que estaban a muchos metros de distáncia y el agua le impedía oírlos. Decidieron subir ellos solos y dejarlos, pero de repente se escuchó una voz, era Leo toda ilusionada diciendo que fueran con ellos y vieran lo maravilloso que era.
Anna con todas sus fuerzas gritando para que le escuchara, dijo que fueran lo más rápido posible, estaba lloviendo muchísimo. Con forme iban acercándose a ellos, notaron la lluvia, entonces Leo se puso super nerviosa al no saber que hacer, Carlos la tranquilizó, y una vez todos juntos, decidieron subir, uno por uno, rápido, pero sin perder los nervios. Primero subió Javier que era el que más fuerza tenía y podía aguantar bien la cuerda, después ascendió Leo, que aún estaba muy nerviosa y no la podían dejar ir la última, seguidamente escaló Anna y después Carlos. Pararon en la gruta donde habían dejado todas las mochilas, las cogieron rápido, y siguieron subiendo, pero Anna se hizo un lio con la cuerda y se puso super nerviosa, entonces Carlos se acercó para ayudarla, la tranquilizó y le desizo el nudo y acabó en un susto. Sólo le quedaban unos 5 metros para llegar a la superfície, pero la lluvia cada vez era más intensa, pero pusieron todas sus fuerzas y consiguieron ponerse a 2 metros de la salida. Estaba todo el equipo de rescate esperando arriba para ver si aparecían y cuando los vieron les ayudaron a salir. Después se los llevaron directamente al helicóptero para ponerle mantas y darle calor, ya que estaban congelados.
Al final todo quedó en un terrible susto, una anécdota más que contar.

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